Allá por mil novecientos ochenta y ocho, hay guey, hace como 22 años se estrenó en televisa una telenovela que a mi me cae de madre que fue parteaguas en las novelas juveniles y cómo no, si fue dirigida por el mismisimo Pedro Damián.
Con un costillar de más y muchos millones de menos, Thalía protagonizó este melodrama mexicano acompañada por Adela Noriega y Ernesto Laguardia; en el papel del malo estaba mi compa Sebastián Ligarde y esta fue la primera novela mexicana en tratar temas como las drogas, el pandillerismo o la violación.
Luego, procedemos a continuar seguidamente con algo que marcó una temporada de los años de esclavitud escolar y se caracterizaba porque se ponía de moda una vez por año, desembolsando de los bolsillos de nuestros padres y buscando feriecita entre los cojines del sillon para comprar uno y no estar fuera del ambiente en el recreo.
Premier era la marca de trompos que año con año llegaban a ponerse de moda en el recreo y que todos queríamos tener. A mí en lo particular me gustaba uno que era doble y que tenía uno adentro de otro, no me acuerdo el nombre genérico pero casi siempre le poníamos punta de fierro para los cancazos que se armaban machin en el salón.
Y ya para despedirnos nos retiramos a nuestro cubil, fuerte o refugio que hemos construido aquí en la redacción del mero shile. Imagínense que hemos reunido cobijas, cojines, sillas, sabanas y algunos cartones y armamos una casita como las que solíamos hacer cuando estabamos morrios en la casa para cotorrear ahí adentro. Al menos la mía tenía vista a la televisión y una puertia pa cuando hubiera que salir por la comida que era de ley que teníamos que comernos ahí adentro. Ahí se las dejamos por hoy y esto se llama el baúl de la cuadra.
