Hijole ya teniamos muy abandonado este gran espacio de diversion y desahogo chingado pero aqui estamos de nuevo con animos renovados y fuerza despues de un mes de puro futbol y trabajo excesivo. Hoy es jueves y toca espacio para la seccion denominada Cuentos de la ciudad en la que platicamos leyendas urbanas que hemos escuchado a lo largo de nuestra maniaca vida. Esta en especial es una que a huevo escuchamos de la boca de nuestra madre y que aaah como fastidiaba porque daba coraje ver a los primios o amigos nadando y nosotros nos teniamos que esperar 1 hora (osea un chingo en aquellas epocas) para podernos meter despues de comer."No debes nadar despues de comer, te pueden dar calambres y te ahogas, entieeeeeende"...
Siiiii como no. Pues dejenme decirles amigos y amigas que nuestra jefa adorada, tia, abuela o ya de perdis maestra de natacion estaban completamente equivocas en afirmar tal afirmacion tan afirmada en nuestra infancia.
Aunque se conocen casos de calambres mientras se nada, la mayoria de ellos en los chamorros, muslos y brazos, no son fatales para el nadador ya que si mantiene la calma y se tranquiliza para relajar el musculo, no pasa de eso. Ahora si la persona acaba de comer y se pone a recorrer el maraton a nado de 50 km en chinga pues ahi si puede que el estomago, al no recibir el flujo de sangre necesario para la digestion, sufra calambres y afecte al individuo pero no tanto como para matarlo. Asi que pues despreocupense ya que despues de comer pueden meterse a chapotear a toda madre y refrescarsela a todas esas falsas creencias....
