sábado, 27 de abril de 2013

El extraordinario Lago Mono en California

El extraordinario Lago Mono está situado en el Condado de Mono, en California, al este del Parque Nacional Yosemite y al sudeste del Lago Tahoe, dentro de los Estados Unidos de Norteamérica.

Recibe las aguas de tres arroyos que descienden de la Sierra Nevada, el Arroyo Rush, que tiene una longitud de casi 44 kilómetros; el Arroyo Lee Vining, de 26 kilómetros de largo que desemboca formando un pequeño delta arenoso sobre la orilla oeste y el Arroyo Mill, que fluye a través del Cañón Lundy antes de cruzar Mono City para desembocar en el lago.

Una cadena de cráteres

Se encuentra a 1.946 metros sobre el nivel del mar ocupando una superficie de 182 kilómetros cuadrados y tiene entre 17 y 48 metros de profundidad, su salinidad es mayor incluso que la de los océanos, con una concentración de 50 gramos de sal por litro de agua.

El lago forma parte de una cadena de cráteres volcánicos, domos o conos de ceniza (como el Cráter Panum en la orilla sur) y corrientes de lava, la cual se extiende por cuarenta kilómetros hasta el sur de la Montaña Mammoth, recibiendo el nombre de Mono-Inyo Cráteres.

Cuenta con algunas islas, las de mayor tamaño son Negit Island y Paoha Island (ambas de origen volcánico, la última surgida en la última erupción que tuvo lugar hace 350 años) y con varias formaciones alcalinas denominadas tufas (rocas sedimentarias compuestas mayoritariamente por calcita y aragonita) que emergen de sus aguas.

La Reserva Natural Estatal de Mono Lake Tufa, creada en 1981, cuida estas creaciones de la naturaleza, y sus guardaparques conducen a los visitantes dándoles charlas acerca del hábitat que las rodea; en los bosques se puede acampar y hacer fuego dentro de los lugares permitidos y se puede navegar en el espejo de agua mientras no sea la época de nidación de las aves, para no molestarlas.

La fauna del lugar

A pesar de su fuerte salinidad y alcalinidad extrema el lago contiene vida acuática, una especie de minúsculos crustáceos no más grandes que la uña de un dedo, la Artemia monica, es endémica de sus aguas y durante los meses más templados trillones de ellos se desplazan de aquí para allá alimentándose de un alga microscópica que se reproduce rápidamente.

También una variedad de moscas, las Ephydra hians viven en las costas y depositan sus huevos en el agua dentro de gráciles burbujas. Las aves migratorias que llegan hasta allí (gaviotas de California, avocetas americanas y sandpipers, entre muchísimas otras) se alimentan de ellas.

Desde el Monte Dana, el segundo en altura dentro del Parque Nacional Yosemite (3.981 metros) se tiene una vista increíblemente bella del lago y su extraordinario entorno, varios senderos bastante accesibles permiten llegar a su cima puesto que no tiene aristas ni rocas salientes, sus formas son más bien redondeadas.

Donde parece imposible que haya vida la hay y en abundancia, rodeada de maravillosos paisajes y con una paz inigualable, bien vale la pena llegarse hasta allí donde pasaremos, seguramente, irrepetibles momentos.