viernes, 12 de julio de 2013

Técnicas de relajación para viajar en avión

Viajar en avión es motivo de pánico para muchas personas alrededor del mundo. Ansiedad, ataques de pánico, fatalismo y excitación son algunas de las consecuencias de pasajeros temerarios o con fobia a volar. Toma nota de algunas técnicas de relajación para viajar en avión, pues este es un medio de transporte al que tarde o temprano tendrás que enfrentarte, y una vez que lo hagas, te sentirás más libre a la hora de viajar.

Días antes

Días antes de viajar en avión solemos tener pensamientos negativos acerca del despegue y el vuelo, un grave error porque cuando estemos acomodados y listos para despegar, la memoria traerá a la mente los pensamientos temerarios sumando aún más tensión al momento. Sé optimista antes de tomar un vuelo, piensa que todo irá bien y que incluso lo disfrutarás, de esta manera te ahorraras trampas de la mente en el momento más inoportuno.

El alcohol, tabaco, café o comidas saladas no sólo provocan un peor jet lag (desajuste al volar especialmente a zonas de gran cambio horario o a mucha distancia) sino que excitan los nervios. Disminuir o quitar del todo alguno de estos productos uno o dos días antes del viaje, dejará tu cuerpo más preparado para la relajación y concentración mental.

Practica yoga o relajación unos días antes con tal de preparar la mente para el momento adecuado. La solución fácil sería la ingesta de somníferos para el vuelo, pero en mi opinión sería una solución cobarde que te impediría afrontar realmente este particular miedo, es algo más personal.

Despegue, el momento más temido

5-4-3-2-1. Contemos regresivamente, con tranquilidad, enfocando la mente hacia esta combinación que no es más que una distracción para entretener la mente. Sé constante, haz de estos números tu vida y no te dejes engatusar por pensamientos negativos, estos no tienen entrada en ese círculo de ningún modo.

A pesar de ser la combinación más recomendada puede complementarse con ejercicios triviales hasta completar un círculo, por ejemplo: mi brazo está sobre mi pierna, mi pierna está sobre el asiento. . . hasta alcanzar un conjunto de cinco confirmaciones. Una imagen idílica (por ejemplo alguna del destino al que te diriges) puede también relajarte e incluso motivarte a vencer el miedo. Ante todo necesitarás concentración.

Lleva contigo todas las revistas o películas posibles. Si estás son coloridas y de enfoque positivo mucho mejor, pues el apartado visual es el primero de la mente, de manera que llenándolo de color, fotografías agradables y artículos o tramas interesantes nuestra mente estará centrada en lugar de ser un filtro de pensamientos negativos basados en el ruido de los motores, por ejemplo.

Feliz viaje

Una vez que hemos superado el apartado anterior, el viaje en avión debería llevarse con más tranquilidad. No obstante, procura sentarte en cualquier asiento desde las alas hacia delante con tal de oír menos ruídos del motor, los cuales predominan en la parte trasera y coloca una almohadilla de viaje, ya sea en el lumbar o el cuello si viajas de noche, pues comodidad y tranquilidad suelen ir unidas.

Lleva contigo un antifaz de los que puedes usar para dormir en casa y evitar al sol, de esta manera frenaras la sensación visual de encontrarte en las alturas y podrás concentrarte en tus propios pensamientos sin verte influenciado por lo que te rodea.

Procura llevar también un reproductor de música para omitir los ruidos de motor o cuchicheos de los pasajeros que pueden influir en tu estado de inseguridad. La música te dará otra percepción del momento. Procura aplicar los ejercicios vistos en el segundo apartado esporádicamente, además de contar tus respiraciones y centrar la atención en la confirmación de que todo va bien y no va a pasar nada.

Conocer algún compañero de vuelo también puede ser una agradable casualidad para conocer gente y tener un entretenimiento mucho más motivador, visual e intelectualmente, aunque a veces no dependa de nosotros mismos.

Viajar en avión va convirtiéndose cada vez más en un modo de viaje primordial pero que también puede provocar inseguridades, especialmente a los pasajeros que toman un vuelo por primera vez. Ante todo la concentración es lo más importante, positivismo y una preparación mental previa al vuelo que nos asegura tranquilidad a lo largo del mismo.