Bajo el título «Eulogio Varela. Modernismo y Modernidad», esta muestra reúne hasta el 22 de junio, en el Museo ABC (Calle Amaniel, 29-31), casi tres centenares de obras, que repasan todas las facetas de la carrera de uno de los creadores más importantes de nuestro pais.
Eulogio Varela (El Puerto de Santa María, Cádiz, 1868-Cercedilla, Madrid, 1955) se trasladó muy joven con su familia a Valladolid y años después a Madrid, donde se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando e ingresó en el taller de Alejandro Ferrant. En 1897 participó en el famoso concurso para la elección del cartel de «Anís el Mono». Quedó en tercer lugar, resultando ganador Ramón Casas. En 1901 decoró, con Emilio Sala, el telón del Teatro Español por encargo de la actriz María Guerrero. Además de «Blanco y Negro» y ABC, colaboró con varias otras revistas.
En 1908 logra la primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Junto a su producción artística, desarrolló una intensa labor teórica y pedagógica. Fue profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid y autor de dos publicaciones de referencia internacional: «Temas de composición decorativa» y «La letra y su teoría constructiva». En 1934 se retiró a su casa de Cercedilla, donde retomó la pintura.
Eulogio Varela llegó a tener su propio taller de artes gráficas en la calle Hortaleza de Madrid, donde hacían ilustraciones de libros («Madrid íntimo»), carteles (una fábrica de mosaicos, una imprenta alemana) o anuncios publicitarios: colaboró con Perfumes Gal y Floralia. Siempre con una estética preciosista y decadente, marca de la casa.
Fue un artista polifacético (diseñador, ilustrador, pintor, decorador...). Eulogio Varela tocó muchos palos, y casi todos con el mismo acierto. Su talón de Aquiles fue, quizás, la pintura.
El Museo ABC ha querido saldar una deuda, al tiempo que rendir homenaje a uno de los artistas más destacados y con mayor presencia de su colección, una de sus figuras clave. Es uno de los ilustradores que más tiempo estuvo trabajando en Prensa Española, primero en «Blanco y Negro» y, después, en ABC. Concretamente, desde 1898 hasta que estalló la Guerra Civil, en 1936. Tiempo suficiente (38 años) para realizar unos 1.400 trabajos.
Mientras media España se hundía en el pesimismo en un oscuro fin de siglo, él apostaba fuerte por la modernidad. Eulogio Varela se convirtió en el más reconocido ilustrador modernista de la capital.
Cumplía a la perfección este tópico de ser un adelantado a su tiempo. En realidad, lo fue; impulsó las principales corrientes estéticas europeas a comienzos del siglo XX, con un estilo del mejor Art Nouveau, de los prerrafelitas británicos, de la Secesión vienesa, de la estética wagneriana, del grafismo alemán…. Modernista, ecléctico, místico, fantástico, esotérico, lúdico, oculto y maldito…
La naturaleza (en las formas vegetales y florales) y la mujer moderna (como ideal del cosmopolitismo modernista) se convierten en los grandes temas de sus trabajos, siempre con un halo de erotismo y sensualidad.
Inspirador de Juan Gris o Pablo Picasso….. Uno de sus referentes más claros fue el artista checo Alphonse Mucha, a quién CaixaForum le dedicó una exposición hace pocos años.
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cartel de Alphonse Mucha |
Pero la Historia suele olvidar a sus genios en la trastienda de la memoria. Y este fue el caso de Eulogio Varela.
Esta muestra tiene como objetivo poner en valor a un gran artista, rescatarlo del olvido y mostrar, por primera vez, sus dibujos y diseños como mejor ejemplo de una trayectoria única e irrepetible. Pese a ello, tan solo se le habían dedicado hasta la fecha dos exposiciones monográficas: en 1974, en la galería Art-Press, y en 1980, en el Puerto de Santa María.
Encerrados en vitrinas y en archivadores, en esta exposición hay grandes tesoros por descubrir: magníficos dibujos, bellísimas caligrafías, preciosos diseños de joyas, vidrieras y mobiliario... Varela combina, como pocos, las labores de artista, artesano, orfebre y diseñador gráfico, llevadas a cabo siempre con tanto oficio como humildad.