[Aclaración: voy a escribir este post sin mucho detalle gramatical, porque quiero intentar que me salga lo más visceral posible. De paso inauguro la categoría "mierdas viejas". Gracias]
Hoy en el almuerzo me acordé de la vez que fuimos con mi ex al Tren de la Costa. La idea era ir también con mi hermano y su novia, pero ellos me dijeron que no porque andaban cortos de guita para el viaje a Buenos Aires + estadía + gastos adicionales. Al final fuimos ella y yo solos.
Hasta el día de hoy, y cada vez que me acuerdo, me siento una bosta por no haberlos invitado de mi bolsillo. Y todo para evitar tener una discusión de guita con mi ex.
Es todo.
jueves, 17 de enero de 2008
lunes, 14 de enero de 2008
Atisbo
sábado, 5 de enero de 2008
Gestando a Jason
Hace unos días recordábamos con mi hermano algunas canciones de cuna de primera mitad de siglo XX (incluso las hemos escuchado cantadas de boca de nuestra abuela materna cuando éramos chicos). Acá va una muestra:
La cosa es... ¿se dan cuenta? ¡Es terriblemente trágica esa letra! Y los chicos la escuchaban desde la cuna...
Realmente no quiero averiguar qué carajo habrá quedado en el subconsciente de los niños que fueron los que hoy son adultos.
--
1Versiones alternativas dicen "La Virgen del Carmen".
La rueda de un coche(Como comentario adicional, me vengo a enterar de que es parte del arrorró, y por eso tiene la misma melodía)
a un niño mató
la Virgen María1
lo resucitó.
La cosa es... ¿se dan cuenta? ¡Es terriblemente trágica esa letra! Y los chicos la escuchaban desde la cuna...
Realmente no quiero averiguar qué carajo habrá quedado en el subconsciente de los niños que fueron los que hoy son adultos.
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1Versiones alternativas dicen "La Virgen del Carmen".
lunes, 31 de diciembre de 2007
lunes, 24 de diciembre de 2007
Saludo navideño
[A pesar de que las cosas que detesto de las fiestas siguen siendo las mismas, parece ser que este año va terminando mejor que el anterior]
viernes, 14 de diciembre de 2007
A mí la lluvia (iii)
lunes, 10 de diciembre de 2007
Por mano propia
[Breve introducción: una de las prácticas en karate-do consiste en un ejercicio grupal de a cinco, en el que cuatro personas se ubican en cruz y la quinta va al medio. Cada uno de los integrantes, en secuencia circular, simula un ataque al compañero del centro. Después de dos o tres vueltas se alternan los roles, pasando uno de los integrantes de afuera al centro, y así sucesivamente. ]
Corría el año... 1988, creo. Práctica de karate-do, cinco adolescentes. El menor de ellos, al que llamaremos X, era tímido y débil. Otro de ellos, al que llamaremos Y, era arrogante y de contextura maciza. En determinado momento le tocó el turno de pasar al centro a X. Y, sabiéndose mucho más fuerte, le tiraba golpes cerrados, difíciles de parar. De mala leche, nomás. En un momento el compañero de grado superior, Z, indignado, le dijo a Y: "No te abuses...". Y se rió burlonamente. Al terminar el turno de X, fue el turno de Z para pasar al centro. Al enfrentar a Y, este ejecutó un golpe que fue a parar directo al mentón de Z. Y, riéndose, le dijo "¿Viste que con vos también me puedo abusar?". Z lo miró, se quedó en silencio, y siguió la ronda. Cuando volvió a enfrentarse a Y, no lo dudó: le hizo recibir un furioso golpe en dos movimientos que impactó en su cara y pecho, haciéndolo resonar como un tambor. Y sólo atinó a burlarse, tomándose el mentón, poniendo cara de marica y diciendo "Ay...". A Z no le importó. Hizo justicia.
Como buen cagón que soy, siempre tuve miedo a pelear. Pero nunca soporté a los abusadores. Si hubiera podido, no sólo lo golpeaba sino que le hubiera roto la nariz al imbécil ese. Ah, y por cierto: poco tiempo después, y por arrogante, fue expulsado públicamente de la clase.
Corría el año... 1988, creo. Práctica de karate-do, cinco adolescentes. El menor de ellos, al que llamaremos X, era tímido y débil. Otro de ellos, al que llamaremos Y, era arrogante y de contextura maciza. En determinado momento le tocó el turno de pasar al centro a X. Y, sabiéndose mucho más fuerte, le tiraba golpes cerrados, difíciles de parar. De mala leche, nomás. En un momento el compañero de grado superior, Z, indignado, le dijo a Y: "No te abuses...". Y se rió burlonamente. Al terminar el turno de X, fue el turno de Z para pasar al centro. Al enfrentar a Y, este ejecutó un golpe que fue a parar directo al mentón de Z. Y, riéndose, le dijo "¿Viste que con vos también me puedo abusar?". Z lo miró, se quedó en silencio, y siguió la ronda. Cuando volvió a enfrentarse a Y, no lo dudó: le hizo recibir un furioso golpe en dos movimientos que impactó en su cara y pecho, haciéndolo resonar como un tambor. Y sólo atinó a burlarse, tomándose el mentón, poniendo cara de marica y diciendo "Ay...". A Z no le importó. Hizo justicia.
Como buen cagón que soy, siempre tuve miedo a pelear. Pero nunca soporté a los abusadores. Si hubiera podido, no sólo lo golpeaba sino que le hubiera roto la nariz al imbécil ese. Ah, y por cierto: poco tiempo después, y por arrogante, fue expulsado públicamente de la clase.
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